Cuba: viaje al teatro en la Revolución

Cuba: viaje al teatro en la Revolución. (Paperback. 301 p. Ediciones de la Flecha, 2012). Este viaje al teatro cubano revisita la etapa de 1960-1989, convulsa y apasionante. Su autora siguió de manera puntual estrenos y festivales, conoció autores, actores y directores, participó en talleres y ensayos y escribió artículos dispersos en las publicaciones de esos años. Su perspectiva no es ajena al teatro por dentro.
De la puesta de Aire frío, de Virgilio Piñera, a La cuarta pared, de Víctor Varela, el recorrido abarca muchas estaciones: la obra de urgencia, el bufo, el teatro que llenó las salas, los grandes dramaturgos, las poéticas de socialización, el costumbrismo, el teatro ceremonial y del cuerpo y también los años grises, el realismo estrecho, las obras malditas, las piezas negadas y los momentos de retroceso. Crónica e interrogación, crítica y testimonio.

 En la portada, dos imágenes, Miriam Acevedo, Ada Nocetti y Vicente Revuelta en La noche de los asesinos, de José Triana y Carlos Pérez Peña, Concha Ares y Maritza Abrahantes en La vitrina de Albio Paz, del Teatro Escambray. Fotografías de Ernesto Fernández y del archivo de la autora, así como en el interior del libro.

Luis de la Paz escribió en la Revista del Diario Las Américas. 


    El libro [Cuba: viaje al teatro en la Revolución] comienza poniendo en contexto Aire frío de Virgilio Piñera, quizás la obra que mejor retrata al cubano y lo cubano, y cierra con La cuarta pared de Carlos Varela, pieza en su tiempo de vanguardia, ... que quizás por carecer de texto, parece resumir lo que llegó a ser el teatro: complicidad, miedo, insinuaciones, sofismas y exilio. Del teatro articulado da la mímica. Valga señalar el simbolismo que encierra este principio y fin: Piñera fue condenado al ostracismo hasta su muerte, y Varela salió de la isla.Rosa Ileana Boudet pone en contexto una serie de obras de temática social y acorde al llamado de la época, que se escribieron y estrenaron, entre ellas piezas de Matías Montes Huidobro, Manuel Reguera Saumell, Raúl de Cárdenas (todos hoy en el exilio) y Abelardo Estorino (en la isla), algunas con marcado éxito, como Santa Camila de La Habana Vieja de José R. Brene. Otras que han caído en el olvido, también son recogidas en este volumen que prácticamente muestra la totalidad de la dramaturgia cubana en esos años.

        Cuba: viaje al teatro en la Revolución es un libro importante, curioso y serio, que expone la contribución de esa etapa del teatro (1961-1989) a la cultura cubana.



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